Mi práctica de Yoga con Karen Barajas la resumiré con tres acciones: APRENDER, ROMPER y SANAR. Llevo alrededor de 1 año en clases de Yoga Sala en los que además de aprender sobre la técnica de cada posición, me he enfrentado con mi mente en el Mat. En este proceso he logrado apaciguar pensamientos y sembrar nuevas ideas, he desaprendido las creencias que tenía sobre mi cuerpo y sus capacidades de sanar. Llegué a esta práctica, con la que había interactuado algunas veces sin regularidad ,después de un diagnóstico con SOP- Síndrome de Ovario Poliquístico en los que la única “solución” que me dieron los médicos fueron las pastillas anticonceptivas y la dieta estricta. Tenía problemas hormonales que desencadenaron dificultades gastrointestinales, menstruales, de ánimo, entre otros. Mi ciclo se ha ido regularizando con la práctica semanal al igual que mi metabolismo y ciclo intestinal. Mi cuerpo y mi mente se han hecho cercanos, este espacio ha cambiado mi vida, mi relación con ejercitarme y querer mantenerme en movimiento, sanarme y reconocerme. Cada posición y día te enfrentas a ti mismo y es increíble ver todo lo que no sabía que podía llegar a hacer, cómo puedo estar conmigo misma sin atacarme, romper límites; porque cada posición te enfrenta a un miedo o situación de la vida misma reflejado en ese cuerpo que buscas estirar y estructurar. De regalo te obsequias el shot de energía y renovación que sientes al terminar cada clase. Así que agradezco y me emociono por saber qué seguiré descubriendo cuando me mueva sobre el Mat, con la guía de Karen, quien seguramente tiene la misión de cambiarnos la vida si así se lo permitimos. 

Karen Bermúdez